El lugar secreto en la U. Nacional que rescata animales silvestres.

En el corazón de la Universidad Nacional de Colombia, en medio del campus más emblemático del país, se encuentra un espacio que combina conocimiento, amor por los animales y un profundo compromiso con la conservación. Se trata de la Unidad de Rescate y Rehabilitación de Animales Silvestres (URRAS), una iniciativa que, aunque desconocida por muchos, lleva años marcando la diferencia en la vida de cientos de animales rescatados en condiciones críticas.

Un refugio para los más vulnerables

La URRAS fue fundada con el propósito de atender animales silvestres y domésticos que llegan en situaciones de maltrato, abandono o lesiones graves. Este lugar, administrado por un grupo interdisciplinario de profesionales y estudiantes, se ha convertido en un faro de esperanza para especies que, de otro modo, no habrían sobrevivido.

El centro recibe animales provenientes de todo el país. Algunos son víctimas del tráfico ilegal de fauna silvestre, mientras que otros han sido abandonados o rescatados de condiciones precarias. Aquí, cada caso es tratado con atención personalizada.

El proceso comienza con la recepción del animal, seguido de una evaluación exhaustiva por parte de veterinarios y biólogos. Dependiendo del diagnóstico, los animales son sometidos a tratamientos médicos, rehabilitación física o, en casos más complejos, cirugías especializadas.

El objetivo principal no es solo salvarles la vida, sino también garantizar su bienestar a largo plazo. Una vez que se han recuperado, los animales silvestres son liberados en su hábitat natural bajo estrictos protocolos. Por otro lado, los animales domésticos que no cuentan con un hogar son entregados en adopción responsable.

Un aprendizaje para la comunidad académica

Esta unidad no solo es un espacio de rehabilitación, sino también un aula viva para los estudiantes de la Universidad Nacional. Jóvenes de diversas carreras, especialmente de Medicina Veterinaria y Biología, participan activamente en las labores diarias del centro, combinando teoría y práctica para entender las necesidades reales de los animales.

Este enfoque educativo permite que futuros profesionales desarrollen habilidades críticas mientras contribuyen a una causa noble. Además, organiza charlas y actividades para sensibilizar a la comunidad sobre el respeto por los animales y la importancia de su conservación.

El impacto más allá del campus

Aunque tiene una ubicación discreta y no es ampliamente conocido, su impacto trasciende los límites de la universidad. Gracias a su trabajo, se ha logrado rescatar y rehabilitar especies en peligro de extinción, crear conciencia sobre el tráfico de fauna y promover el respeto hacia los animales domésticos y silvestres.

Sin embargo, el centro enfrenta grandes desafíos. La falta de recursos económicos y la creciente demanda de atención son obstáculos constantes. Por esta razón, URRAS depende del apoyo de voluntarios, donaciones y convenios con organizaciones externas para seguir operando.

URRAS es un ejemplo de cómo el esfuerzo colectivo puede marcar la diferencia en la vida de los animales más vulnerables. La invitación es a conocer y apoyar esta iniciativa, ya sea mediante donaciones, voluntariado o simplemente difundiendo su labor.

En un mundo donde muchas especies enfrentan el riesgo de extinción y el maltrato animal sigue siendo una realidad alarmante, espacios como URRAS representan un oasis de esperanza. Y aunque muchos no lo conocen, su existencia es un recordatorio de que pequeñas acciones pueden generar un impacto profundo y duradero.

Por: Paola Gomez

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