Un oscuro historial de violencia culmina en un doble homicidio infantil.

La reciente tragedia en Bogotá, donde dos menores de edad fueron asesinados en su vivienda, ha generado una profunda indignación en la comunidad. La situación se reportó tras escuchar gritos de auxilio provenientes del hogar, lo que motivó a vecinos a alertar a las autoridades locales para que se investigara el incidente. Según el comandante de la Policía Metropolitana de Bogotá, Pedro Saavedra, las autoridades recibieron una llamada de emergencia que describió una presunta riña en la vía pública. Al llegar al lugar, los agentes encontraron la situación mucho más grave de lo esperado y procedieron a detener al presunto agresor, quien es señalado como responsable de la muerte de dos niños, de cuatro y siete años.

El trágico suceso tuvo lugar en el barrio Las Ferias, en la localidad de Engativá, Bogotá, el lunes 28 de octubre. Este vecindario, habitualmente tranquilo y familiar, se convirtió en el escenario de una escena desgarradora.

Darwin Felipe Beltrán, un hombre de 31 años identificado como el padre de los menores asesinados en Bogotá, tiene un historial de antecedentes judiciales, con un registro por violencia intrafamiliar en 2019 y un proceso adicional por recepción y encubrimiento en 2021. Según fuentes preliminares, Beltrán también enfrentaría problemas de salud mental, los cuales podrían haber incidido en su comportamiento.

El incidente comenzó cuando, según testimonios de vecinos, Beltrán habría intentado agredir físicamente a su esposa dentro de la vivienda familiar. La mujer logró escapar de la situación, dejando a Beltrán encerrado en la habitación con sus dos hijos, un momento que derivó en una escalada de violencia. Los informes señalan que, en un acto perturbador, Beltrán habría atacado a los menores, golpeandolos y empleando un arma blanca para causarles heridas fatales. Los vecinos relatan que el presunto agresor incluso abrió las cortinas de la ventana para que su acción pudiera ser vista desde el exterior.

Este caso ha indignado profundamente a la comunidad y ha reavivado el debate sobre la importancia de la atención a los problemas de salud mental y la necesidad de medidas de protección más estrictas para los menores en riesgo. Las autoridades investigan los hechos y el historial de Beltrán, así como su seguimiento médico, para entender los factores que lo llevaron a cometer este atroz crimen.

El trágico evento subraya la importancia de que la comunidad y las instituciones trabajen en conjunto para identificar y actuar a tiempo frente a señales de peligro que puedan afectar a los más vulnerables.

Por: Paola Gomez

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