Infancia en riesgo digital: El Congreso busca frenar el acceso de menores a redes.

En la era digital, las redes sociales se han convertido en una extensión del día a día, especialmente para los más jóvenes. Sin embargo, la creciente exposición de menores a contenido inapropiado, riesgos de ciberacoso y la presión de construir una «identidad digital» a temprana edad ha llevado al Congreso a poner sobre la mesa una propuesta legislativa que busca restringir el acceso a estas plataformas para menores de 14 años.

¿Por qué es necesaria esta regulación?

El impacto de las redes sociales en el desarrollo emocional y psicológico de los niños y adolescentes ha sido objeto de múltiples estudios. Investigaciones recientes revelan que el uso excesivo de estas plataformas puede influir en la autoestima, generar adicción y exponer a los menores a interacciones peligrosas con desconocidos.

Un informe de UNICEF señala que uno de cada tres usuarios de internet en el mundo es un niño, y aunque las redes sociales exigen una edad mínima de 13 años para crear cuentas, esta regla es fácilmente evadida. Este vacío en la regulación permite que millones de niños estén expuestos a dinámicas digitales sin supervisión.

El proyecto de ley en debate. La propuesta legislativa plantea medidas concretas, como:

1. Validación obligatoria de la edad al momento de crear perfiles en redes sociales mediante el uso de documentación oficial.
2. Controles parentales más estrictos, con opciones de supervisión de cuentas y actividad en línea.
3. Campañas educativas dirigidas tanto a padres como a niños sobre el uso responsable de internet.

Este tipo de iniciativas no solo buscan limitar el acceso, sino promover un entorno digital más seguro, garantizando que los menores interactúen en plataformas adecuadas para su edad.

¿Qué opinan los expertos?

Especialistas en psicología infantil y educación digital coinciden en que las redes sociales, mal gestionadas, pueden ser perjudiciales para los niños. Sin embargo, algunos advierten que imponer restricciones sin una estrategia educativa podría tener consecuencias adversas, como el uso clandestino de plataformas.

Por su parte, las empresas tecnológicas han mostrado escepticismo frente a estas medidas. Argumentan que las restricciones deben ser acompañadas de innovaciones tecnológicas que no solo protejan la privacidad, sino que también respeten la libertad de expresión de los jóvenes usuarios.

El papel de los padres y educadores. Más allá de cualquier legislación, la familia y las instituciones educativas juegan un rol crucial. Es fundamental que los padres sean parte activa en la vida digital de sus hijos, estableciendo reglas claras y abriendo espacios de diálogo sobre los peligros y beneficios de las redes sociales.

Además, las escuelas podrían incorporar talleres sobre ciberseguridad, etiqueta digital y manejo emocional frente a las redes, preparando a los niños para enfrentar el mundo digital de manera responsable.

Regular el acceso de menores a las redes sociales no es solo una cuestión legal, sino un tema ético que involucra a toda la sociedad. ¿Debe priorizarse la protección infantil sobre el libre acceso a la tecnología? ¿Hasta qué punto las restricciones pueden ser efectivas sin vulnerar derechos básicos?

El Congreso tiene en sus manos la tarea de encontrar un equilibrio entre proteger a los menores y respetar sus libertades. Mientras tanto, este debate abre una ventana para reflexionar sobre cómo estamos acompañando a las nuevas generaciones en su interacción con el mundo digital.

Por: Paola Gómez

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