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El colapso de la salud en Colombia: Nueva EPS, un gigante en la cuerda floja

Tras el informe de la Contraloría, que revela deudas millonarias y un riesgo inminente, la crisis del sistema de salud se vuelve una bomba de tiempo.
El grito de auxilio del sistema de salud colombiano ha vuelto a resonar con una fuerza ensordecedora. La Contraloría General de la Nación ha revelado un informe demoledor sobre la Nueva EPS, una de las Entidades Promotoras de Salud más grandes del país. El documento detalla deudas que ascienden a los 21,37 billones de pesos, una cifra que no solo pone en jaque a la empresa, sino que amenaza con un colapso del sistema sanitario para millones de afiliados.
Esta situación, que ya ha cobrado víctimas como la mujer que falleció esperando sus medicinas durante 11 meses, ha encendido todas las alarmas. Lo que parecía un problema estructural del sistema de salud, ahora se revela como una crisis financiera sin precedentes, que podría dejar a los colombianos sin acceso a la atención médica.
Una crisis que va más allá de los números
La situación de la Nueva EPS no es un simple problema de contabilidad. Es el reflejo de una crisis humanitaria que afecta a los más vulnerables. La deuda no solo representa un riesgo financiero para la empresa, sino que se traduce en medicamentos que no llegan, citas médicas que se cancelan y procedimientos que se demoran por meses, dejando a miles de personas en una situación de indefensión total.
Mientras el Gobierno debate sobre las soluciones a esta crisis, la ciudadanía espera una respuesta clara. La vida de millones de colombianos está en juego, y la situación de la Nueva EPS es un recordatorio de que la reforma a la salud no puede esperar más.

¿Qué se espera ahora?
La Contraloría ha solicitado una auditoría exhaustiva y el Gobierno ha anunciado una revisión del caso. Sin embargo, la presión de la opinión pública y los gremios de la salud aumenta. Las deudas con clínicas, laboratorios y proveedores de medicamentos ya están afectando la prestación del servicio. El tiempo se agota y el reloj corre en contra de la vida de los colombianos.
Por: Edward Cipagauta
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