Presidente Petro inicia diálogos con bandas criminales en Barranquilla para abordar la violencia juvenil.

En un esfuerzo por abordar la creciente violencia juvenil en Barranquilla, el presidente Gustavo Petro anunció este martes la apertura de un nuevo espacio de diálogo entre el Gobierno y las bandas criminales juveniles de la ciudad. Este anuncio se realizó durante la inauguración de los barrios populares, donde Petro destacó que estas bandas son el resultado de la exclusión educativa y la falta de oportunidades en la región.

El mandatario subrayó la conexión entre el aumento de economías ilegales, el abandono del Estado y la precariedad en el acceso a la educación superior. «Miles de jóvenes se están uniendo a estas organizaciones porque no tienen acceso a la universidad», afirmó durante su discurso en el Paseo de Bolívar.

Petro también abordó el papel de los puertos de la región en el tráfico de drogas y armas, señalando que Barranquilla se ha convertido en un punto estratégico para el narcotráfico. «Están utilizando el puerto para exportar cocaína y traer textiles que perjudican a los industriales locales», denunció, advirtiendo sobre el alarmante aumento de homicidios en zonas de frontera y puertos como Buenaventura y Tumaco.

El presidente propuso establecer una mesa de diálogo con las bandas juveniles, citando el ejemplo de Medellín, donde se han logrado reducciones significativas en la tasa de homicidios a través de conversaciones con grupos criminales.

Foto: Cambio Colombia

«Queremos que hagan las paces y que dejen de servir a los narcotraficantes y a los políticos corruptos», dijo Petro, quien también criticó la situación de la Universidad del Atlántico, instando a las autoridades a acelerar la creación de espacios educativos.

De acuerdo con informes, en Barranquilla operan varias bandas criminales, incluyendo Los Costeños y Los Rastrojos Costeños, que han contribuido a que la ciudad se convierta en uno de los principales focos de criminalidad del país.

Con esta iniciativa, el presidente Petro busca abrir un nuevo capítulo en su política de «paz total», enfocándose en la problemática de las bandas juveniles en la Costa Caribe, un fenómeno que ha crecido junto con la expansión del Clan del Golfo.

La iniciativa del presidente Gustavo Petro de entablar diálogos con las bandas criminales juveniles de Barranquilla representa un paso significativo hacia la búsqueda de soluciones para la creciente violencia en la región. Al abordar las causas profundas de este fenómeno, como la exclusión educativa y la falta de oportunidades, el Gobierno busca ofrecer alternativas a la juventud y desarticular las redes del narcotráfico que han proliferado en la ciudad. La experiencia de Medellín sugiere que el diálogo puede ser una herramienta efectiva para la paz y la seguridad, pero será fundamental que estas conversaciones se acompañen de acciones concretas que promuevan el acceso a la educación y el desarrollo social. Solo así se podrá construir un futuro más seguro y esperanzador para los jóvenes de Barranquilla y del Caribe colombiano.

Por: Sebastian Orjuela

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