El intento de regular el acceso a la eutanasia en Colombia ha fracasado nuevamente, quedando a solo cuatro votos de alcanzar la mayoría necesaria en la Cámara de Representantes para su aprobación en el segundo debate. Con una votación de 90 a favor y 42 en contra, la propuesta fue rechazada, lo que impide su avance debido a que se trata de una ley estatutaria.

Las reacciones de los representantes, tanto a favor como en contra de la iniciativa, no se hicieron esperar. La representante Jennifer Pedraza expresó su descontento a través de su cuenta de X: «Nos faltaron 4 votos en la Cámara para aprobar el proyecto de ley #MuerteDigna que regula la muerte médicamente asistida o eutanasia. Lamentable. Llevamos más de 20 años en mora. Seguiremos intentando. Mi reconocimiento a @JuanKarloslos y a @DeLaCalleHum por su trabajo».

La propuesta, impulsada por el representante Juan Carlos Losada Vargas y el exsenador Humberto de la Calle Lombana, tenía como objetivo regular las condiciones que permitirían a las personas acceder al derecho a una muerte digna mediante la muerte médicamente asistida. Se planteaban disposiciones normativas para garantizar el ejercicio efectivo de este derecho fundamental, reconocido por la Corte Constitucional desde 1997. Además, se buscaba ofrecer seguridad jurídica a los profesionales de la salud que participaran en este proceso.

Entre los aspectos destacados de la iniciativa se encontraba la prevalencia de la autonomía del paciente, estipulando que «la voluntad del paciente será respetada y primará durante todo el trámite de la solicitud de muerte médicamente asistida». Los médicos involucrados en el proceso debían considerar siempre la voluntad del solicitante al evaluar las peticiones relacionadas con este procedimiento.

Asimismo, el proyecto introducía el concepto de documento de voluntad anticipada (DVA), el cual tendría valor jurídico y debería ser acatado y respetado en todo momento. La discusión sobre la eutanasia y el derecho a morir dignamente sigue siendo un tema candente en la sociedad colombiana, evidenciando la necesidad de avanzar en una legislación que respete la autonomía y dignidad de las personas.

Por: Sebastian Orjuela