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Recompensa de 50 millones de dólares por Nicolás Maduro desata una crisis diplomática

EE.UU. ofrece el monto a quien ejecute la captura de Nicolás Maduro, acusándolo de narcotráfico, provocando que Venezuela responda con una movilización militar masiva.
Bogotá, 19 de agosto de 2025. El gobierno de Estados Unidos ha intensificado su campaña contra el régimen de Nicolás Maduro al ofrecer una recompensa de 50 millones de dólares por información que conduzca a su captura, acusándolo de ser el líder del «Cartel de los Soles», una organización criminal transnacional. Este anuncio, que eleva drásticamente la presión sobre el gobierno de Caracas, ha sido el catalizador de una nueva escalada en la ya tensa relación entre ambos países. Washington ha justificado esta acción como una respuesta directa a las amenazas que, según el Departamento de Justicia, representan las organizaciones narcoterroristas para la seguridad de Estados Unidos y sus aliados. La medida es parte de una estrategia más amplia para desestabilizar la cúpula del poder en Venezuela, vinculando a sus líderes a actividades de narcotráfico y terrorismo.

La respuesta de Venezuela fue inmediata y contundente. Nicolás Maduro calificó la operación estadounidense como una «amenaza extravagante, estrambótica y estrafalaria de un imperio en decadencia». En una alocución televisada, el mandatario ordenó el despliegue de 4,5 millones de milicianos en todo el territorio nacional, un gesto que busca demostrar la capacidad de resistencia del país frente a lo que considera una amenaza directa a su soberanía. Este movimiento de defensa, aunque simbólico en gran medida, refleja el nivel de alarma en el régimen de Caracas ante la posibilidad de una acción militar dirigida por Washington. El Ministerio de Comunicación de Venezuela no ofreció comentarios adicionales sobre el movimiento de buques estadounidenses en el Caribe, pero la movilización de la milicia habla por sí sola.
La acusación de Estados Unidos contra Maduro no es nueva, pero la magnitud de la recompensa y el despliegue militar simultáneo en el Caribe marcan un punto de inflexión. Si bien Washington ha mantenido históricamente una política de presión económica y diplomática sobre Venezuela, la adición de una recompensa monetaria de esta escala y el respaldo militar en la región envían un mensaje claro: la estrategia de Estados Unidos ha entrado en una fase más agresiva y directa. La presencia de unidades navales estadounidenses, incluyendo destructores equipados con sistemas de defensa de última generación, y aviones de patrulla marítima, refuerza la seriedad de la acusación. Con esta operación, la administración de Trump busca no sólo interrumpir las redes de narcotráfico, sino también utilizar el poderío militar como una herramienta de presión para lograr un cambio de régimen en Venezuela.
Laura Valentina López
Periodista Revista Congreso ALD
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