A partir del miércoles 2 de abril, los ciudadanos europeos deberán obtener una Autorización Electrónica de Viaje (AEV), conocida como ETA en inglés, para ingresar al Reino Unido. Esta medida fue anunciada en 2023.

El proceso, que se puede iniciar desde el 5 de marzo, requiere un pago de 10 libras (15,5 dólares), que pronto aumentará a 16 libras (20,6 dólares). La autorización tendrá una validez de dos años y podrá solicitarse a través de la aplicación «UK ETA» o en el sitio web del gobierno británico, gov.uk.

Los viajeros no europeos que ya estaban exentos de visado debían realizar este trámite para entrar al país. Esta AEV británica, similar a la ESTA de Estados Unidos, tiene como objetivo mejorar la seguridad en las fronteras, según informa el gobierno del Reino Unido.

Desde el miércoles, los ciudadanos de aproximadamente treinta países europeos, incluidos todos los de la Unión Europea, excepto Irlanda, deberán completar este proceso para ingresar al Reino Unido, que salió del bloque en 2020. La AEV permitirá a los viajeros permanecer en el país por un máximo de seis meses y entrar de manera ilimitada durante dos años, aunque será necesario renovarla si hay un cambio de pasaporte.

«Este sistema es similar a los que se han implementado o se implementarán en otros países para mejorar la seguridad en las fronteras, como en Estados Unidos o Australia, y como la Unión Europea planea hacer en el futuro», explicó la embajada británica en España el 5 de marzo al anunciar el nuevo procedimiento.

«Es esencial que las personas cumplan con este nuevo requisito, que busca mejorar la gestión de la seguridad. El Reino Unido está encantado de seguir recibiendo visitantes desde España, quienes hacen una gran contribución a nuestro país», afirmó el embajador británico en Madrid, Alex Ellis. Este procedimiento también será obligatorio para niños y bebés.

«Estarán exentos de registrarse aquellos que solo transiten por el Reino Unido, permaneciendo en el aeropuerto a la espera de otro vuelo, quienes tengan un visado aprobado, los que ya son residentes en el Reino Unido, o los ciudadanos con pasaporte irlandés», añadió la embajada británica en Madrid. En enero, este trámite se volvió obligatorio para ciudadanos de alrededor de cincuenta países, incluidos Estados Unidos, Canadá y Australia.

La introducción de la Autorización Electrónica de Viaje (AEV) para ciudadanos europeos que ingresen al Reino Unido es un paso importante hacia el fortalecimiento de la seguridad fronteriza. Este nuevo requisito, que entrará en vigor el 2 de abril, permitirá un control más efectivo de los viajeros, al tiempo que facilita la entrada al país. Al igual que sistemas similares en Estados Unidos y Australia, la AEV refleja el compromiso del Reino Unido de gestionar el flujo de visitantes de manera segura y eficiente, asegurando que el país siga siendo un destino accesible y seguro para todos.

Por: Sebastian Orjuela