Estados Unidos y China han llegado a un acuerdo histórico que permitirá la reducción significativa de los aranceles mutuos a la importación durante un periodo de 90 días, marcando un importante paso hacia la desescalada de su prolongada guerra comercial.

El Secretario del Tesoro estadounidense, Scott Bessent, anunció que ambos países reducirán sus aranceles recíprocos en un 115% durante este periodo. Esta noticia se dio a conocer tras las conversaciones mantenidas en Suiza, las primeras desde que el presidente estadounidense, Donald Trump, impusiera severos aranceles a las importaciones provenientes de China.

La imposición de estos aranceles había generado inestabilidad en los mercados financieros y despertado temores sobre una posible recesión global. Sin embargo, gracias al nuevo acuerdo, los aranceles estadounidenses a las importaciones chinas se reducirán al 30%, mientras que los aranceles chinos a las importaciones estadounidenses se establecerán en el 10% durante los próximos 90 días. Esta pausa comenzará el 14 de mayo.

A pesar de estas reducciones, las medidas estadounidenses incluyen un componente adicional que busca presionar a Pekín para que tome acciones más contundentes contra el comercio ilegal de fentanilo, una potente droga.

La implementación de los aranceles había suscitado preocupaciones sobre un colapso del comercio bilateral, lo cual se evidenció en la notable disminución del número de buques que llegaban a los puertos estadounidenses desde China. Por su parte, Beijing también ha expresado su creciente inquietud por el impacto de los aranceles en su economía, ya que la producción industrial ha comenzado a desacelerarse y algunas empresas se han visto obligadas a despedir trabajadores debido a la interrupción de sus líneas de producción dirigidas a Estados Unidos.

«El consenso de ambas delegaciones este fin de semana es que ninguna de las partes quiere un desacoplamiento», afirmó Bessent al anunciar el acuerdo. «Lo que había ocurrido con estos aranceles tan elevados era el equivalente a un embargo, y ninguna de las partes quiere eso. Queremos comercio, queremos un comercio más equilibrado, y creo que ambas partes se han comprometido a conseguirlo», añadió el funcionario estadounidense.

Según lo establecido en el acuerdo alcanzado en Suiza, ambos países crearán «un mecanismo para continuar las conversaciones sobre las relaciones económicas y comerciales», que estará liderado por Bessent y por el viceprimer ministro de China, He Lifeng. Las futuras negociaciones podrán llevarse a cabo en China o en Estados Unidos, según se detalla en el comunicado.

Ambas naciones reconocen la «importancia de su relación económica y comercial bilateral para ambos países y para la economía global». El comunicado concluye afirmando que tanto EE.UU. como China creen que «las conversaciones en curso tienen el potencial de abordar las preocupaciones de cada parte en su relación económica y comercial», y que las negociaciones avanzarán en un «espíritu de apertura mutua, comunicación continua, cooperación y respeto mutuo».

El reciente acuerdo entre Estados Unidos y China para reducir aranceles durante 90 días representa un avance significativo en la relación comercial entre ambas naciones, marcando un paso hacia la desescalada de tensiones que han afectado a la economía global. A medida que ambos países buscan restablecer un comercio más equilibrado y evitar un desacoplamiento, el compromiso de continuar las conversaciones sobre sus relaciones económicas es crucial. Este acuerdo no solo beneficia a las economías de EE.UU. y China, sino que también envía un mensaje positivo a los mercados internacionales, aliviando temores de una recesión global y abriendo la puerta a una cooperación más estrecha en el futuro.

Por: Sebastian Orjuela