Un fotógrafo bogotano pone en alto el Talento Colombiano al ganar el primer lugar en México con una obra sobre el arte urbano. Analizamos cómo el territorio se convierte en escenario de creatividad global.

En una jornada donde la agenda nacional suele estar dominada por la economía y el incesante debate político en el Congreso, una noticia de corte cultural y marcadamente positiva emerge para recordar la inagotable fuerza creativa del territorio: el Talento Colombiano ha vuelto a conquistar escenarios internacionales. Kevin Molano, un reconocido fotógrafo con un vínculo profesional con la Oficina de Turismo de Bogotá, ha logrado obtener el primer lugar en la categoría Urbana y un notable tercer lugar global en el prestigioso Concurso Internacional de Fotografía FFIEL 2025, celebrado en León, México.

Su obra ganadora, titulada “Secuestro Callejero / Street Abduction”, trasciende la simple captura de un instante. Se trata de una imagen poderosa y conceptual que, en palabras del jurado, combina el dinamismo del deporte urbano con una visión onírica y metafórica. La fotografía retrata a un patinador en plena acción bajo una luz y un reflejo de agua en el suelo que, visualmente, simulan un haz de luz o una nave espacial que lo «abduce». Esta narrativa visual es una metáfora sobre la libertad creativa, la evasión a través del arte urbano y la capacidad de encontrar lo extraordinario en la rutina de las calles bogotanas. El trabajo se impuso entre miles de postulaciones provenientes de más de 40 países, consolidando a Molano como uno de los fotógrafos colombianos más influyentes de su generación.

Bogotá: Un Laboratorio Creativo que Proyecta el Talento Colombiano

Este reconocimiento internacional no puede ser visto como un hecho aislado; es, más bien, la confirmación de que el territorio colombiano, y en particular sus grandes centros urbanos, es un verdadero laboratorio creativo y una fuente inagotable de inspiración. Molano, con un currículum que incluye más de 60 premios nacionales e internacionales, ha sabido capturar la esencia de una ciudad en constante movimiento.

«Bogotá es mi escenario, mi laboratorio creativo. Esta ciudad tiene una energía única que te invita a mirar lo común desde otra perspectiva», afirmó el artista. Esta perspectiva es clave. Mientras que la ciudadanía y el Congreso debaten sobre problemas de infraestructura como la Movilidad en Colombia, el arte de Molano demuestra que las mismas calles que generan conflicto también son espacios de expresión, belleza y oportunidades. Esta dualidad del territorio —entre el caos y la creatividad—es lo que le otorga una autenticidad inigualable a su obra.

El arte urbano, que incluye fotografía, graffiti y performance, se ha convertido en una voz crítica y vibrante de las realidades sociales. Al ganar este premio, el Talento Colombiano reafirma que no solo hay resiliencia, sino una sofisticación artística capaz de competir y sobresalir en los circuitos globales más exigentes. El premio sitúa a Bogotá en el mapa de los referentes fotográficos mundiales, al lado de ciudades históricas en la disciplina.

La Relevancia Institucional y el Papel del Congreso

El hecho de que Molano haga parte del equipo de Turismo subraya la importancia de la sinergia entre el sector público y la creación artística . Este logro es un recordatorio directo a las instituciones culturales y al Congreso de la República: invertir en el Talento Colombiano y en el fomento de las artes es una forma efectiva de construir la imagen de país y generar orgullo patriótico.

La visibilidad que proporciona este tipo de premios culturales es invaluable. Actúa como un contrapeso necesario a los titulares negativos que a menudo dominan la prensa internacional. Mientras se aclaran las tensiones recientes sobre la Respuesta del Banco de la República o la gestión de activos, el arte ofrece una narrativa de éxito, esperanza y autenticidad.

La fotografía de Molano, al haber viajado por galerías de Austria y otros países, lleva consigo una narrativa sobre la complejidad y la belleza intrínseca de nuestro territorio . Para la clase política, este caso debe ser un aliciente para priorizar el apoyo a los creadores locales. El Talento Colombiano no solo genera valor cultural, sino que también es un motor de marca país. Demuestra que la mejor solución al ruido diario puede ser un momento de claridad y apreciación estética, un eco de la reflexión que invitamos a tener hoy en medio de la ajetreada semana. El arte transforma la percepción del país y ofrece una ruta hacia la superación individual y colectiva.

Por: Edward Cipagauta