El 31 de octubre, Colombia vivió una intensa mañana de actividad sísmica cuando dos temblores sorprendieron a los ciudadanos, especialmente en Bogotá. El Servicio Geológico Colombiano informó que el primero de estos movimientos, de magnitud 4.1 y con epicentro en El Calvario, Meta, ocurrió a las 11:08 de la mañana. Aunque el sismo fue superficial, con una profundidad menor a 20 km, se sintió en varias zonas de la capital, generando preocupación entre los bogotanos.

Veinticinco minutos después, un segundo temblor de magnitud 4.0, con epicentro en Medina, Cundinamarca, volvió a sacudir Bogotá y áreas cercanas, causando momentos de pánico entre los ciudadanos que lo percibieron con mayor intensidad. Sin embargo, hasta el momento no se han reportado daños materiales ni afectaciones significativas.

Las autoridades han solicitado a la ciudadanía que, de presentarse incidentes o daños, se informe de inmediato para llevar a cabo los procedimientos necesarios. En redes sociales, los habitantes de Bogotá y otras zonas cercanas compartieron su experiencia: desde Chapinero hasta Usaquén y San Cristóbal, los mensajes reflejaron el fuerte impacto de los temblores, resaltando la preocupación que generó este inesperado evento sísmico en la capital colombiana.

Por: Fernanda Soto