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Avalancha en el Cañón del Micay deja desaparecidos, heridos y destrucción en Cauca.

La madrugada del viernes 6 de diciembre de 2024, una avalancha de grandes proporciones sacudió el cañón del Micay, ubicado entre los municipios de Argelia y El Tambo, en el departamento de Cauca, dejando un saldo de tres menores desaparecidos, más de 10 personas heridas y varias viviendas destruidas. Este desastre natural, originado por las intensas lluvias que han afectado la región, generó una situación de emergencia que mantiene en alerta a las comunidades locales y a los organismos de socorro.
El presidente de la Junta de Acción Comunal del área, Esneyder Valencia, informó que los habitantes de la zona afectada solicitaron ayuda durante la madrugada debido al deslizamiento de tierra, que arrasó con viviendas y dejó incomunicadas a varias familias. Según Valencia, las lluvias incesantes durante toda la noche provocaron el desprendimiento de montañas, agravando las consecuencias del desastre.
Equipos de rescate y socorro se han desplazado hacia la zona para atender a los heridos, buscar a los desaparecidos y evaluar los daños. Sin embargo, el difícil acceso a las áreas más remotas, sumado a la precariedad de la infraestructura vial, ha retrasado la llegada de los recursos y el personal de emergencia. Mientras tanto, las comunidades locales han ofrecido apoyo básico, destacando la solidaridad entre los habitantes ante la ausencia inicial de ayuda gubernamental.
Las lluvias han disminuido levemente desde el incidente, lo que podría facilitar las labores de rescate y mitigación. No obstante, persiste el riesgo de nuevos desprendimientos, por lo que las autoridades mantienen la alerta en la región. Este evento se suma a una serie de desastres asociados con el fenómeno de La Niña, que ha intensificado las precipitaciones en varias zonas montañosas de Colombia, aumentando la vulnerabilidad de las comunidades en regiones propensas a deslizamientos.
La prioridad de las autoridades departamentales es la búsqueda de los tres menores desaparecidos, brindar atención a los heridos y asegurar la integridad de las familias damnificadas. La complejidad de la situación demanda esfuerzos coordinados entre los organismos de emergencia y las comunidades locales para enfrentar esta tragedia y mitigar sus impactos.
Conforme se recaba más información desde la zona afectada, se espera que el Gobierno y las instituciones responsables refuercen las acciones de asistencia y prevención para evitar que eventos similares cobren más víctimas en el futuro. El departamento del Cauca vive un momento de alta vulnerabilidad, donde las estrategias de respuesta rápida y resiliencia comunitaria son fundamentales para superar esta crisis humanitaria.
Por: Fernanda Soto
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